Documenta Catholica Omnia
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Index Verborum:     primeros


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Juan de la Cruz (1542-1591)    Avisos

    

Juan de la Cruz (1542-1591)    Avisos a un Religioso para Alcanzar la Perfecion

    

Juan de la Cruz (1542-1591)    Avisos copiados por Magdalena del Espiritu Santo

    

Juan de la Cruz (1542-1591)    Avisos por la Madre Maria de Jesus

    

Juan de la Cruz (1542-1591)    Avisos procedentes de Antequera

    

Juan de la Cruz (1542-1591)    Avisos recogidos por la edicion de Gerona

§ 7

El alma que está en unión de amor, hasta los primeros movimientos no tiene.

    

Juan de la Cruz (1542-1591)    Cantico Espiritual A

§ 15.4

En los dos versillos primeros habemos declarado que las almas a zaga de la huella discurren al camino con ejercicios y obras exteriores; y ahora en estos tres versillos da a entender el alma el ejercicio que interiormente estas almas hacen con la voluntad, movidas por otras dos mercedes y visitas interiores que el Amado les hace, a las cuales llama aquí toque de centella y adobado vino; y al ejercicio interior de la voluntad que resulta y se causa de estas dos visitas, llama emisiones de bálsamo divino.

§ 17.5

Porque, así como la desposada no pone en otro su amor ni su cuidado ni su obra fuera de su esposo, así el alma en este estado no tiene ya ni afectos de voluntad, ni inteligencias de entendimiento, ni cuidado ni obra alguna que todo no sea inclinado a Dios, junto con sus apetitos, porque está como divina, endiosada; de manera que aun hasta los primeros movimientos no tiene contra lo que es la voluntad de Dios, en todo lo que ella puede entender.

§ 17.5

Porque, así como un alma imperfecta tiene muy ordinariamente a lo menos primeros movimientos según el entendimiento y según la voluntad y memoria y apetitos inclinados a mal e imperfección, así el alma en este estado, según el entendimiento y voluntad y memoria y apetitos, en los primeros movimientos de ordinario se mueve e inclina a Dios, por la grande ayuda y firmeza que tiene ya en Dios y perfecta conversión al bien.

§ 17.5

Porque, así como un alma imperfecta tiene muy ordinariamente a lo menos primeros movimientos según el entendimiento y según la voluntad y memoria y apetitos inclinados a mal e imperfección, así el alma en este estado, según el entendimiento y voluntad y memoria y apetitos, en los primeros movimientos de ordinario se mueve e inclina a Dios, por la grande ayuda y firmeza que tiene ya en Dios y perfecta conversión al bien.

§ 18.4

Todo este caudal de tal manera está ya empleado en Dios, que, aun sin advertencia del alma, todas las partes que habemos dicho de este caudal en los primeros movimientos se inclinan a obrar en Dios y por Dios; porque el entendimiento, la voluntad y la memoria se van luego a Dios, y los afectos, los sentidos, los deseos y apetitos, la esperanza, el gozo, y luego todo el caudal de prima instancia se inclinan a Dios, aunque, como digo, no advierta el alma que obra por Dios.

§ 19.1

Y así, lo que quiere decir en esta canción hablando con los del mundo, [es] que si ya no la vieren en las cosas de sus primeros tratos y otros pasatiempos que solía tener en el mundo, que digan y crean que se ha perdido y ajenado de ellos, y que lo tiene tan por bien, que ella misma se quiso perder andando buscando a su Amado, enamorada mucho de él.

§ 27.4

Porque tu madre la naturaleza humana fue violada en tus primeros padres debajo del árbol, y tú allí también debajo del árbol de la cruz fuiste reparada; de manera que si tu madre debajo del árbol te causó la muerte, yo debajo del árbol de la cruz te di la vida.

§ 29.5

Esto es, ni por primeros movimientos toquéis a la parte superior; porque los primeros movimientos del alma son las entradas y umbrales para entrar en el alma, y cuando pasan de primeros movimientos en la razón, ya van pasando los umbrales, pero cuando sólo son primeros movimientos, sólo se dice tocar a los umbrales o llamar a la puerta, lo cual se hace cuando hay acometimientos a la razón de parte de la sensualidad para algún acto desordenado.

§ 29.5

Esto es, ni por primeros movimientos toquéis a la parte superior; porque los primeros movimientos del alma son las entradas y umbrales para entrar en el alma, y cuando pasan de primeros movimientos en la razón, ya van pasando los umbrales, pero cuando sólo son primeros movimientos, sólo se dice tocar a los umbrales o llamar a la puerta, lo cual se hace cuando hay acometimientos a la razón de parte de la sensualidad para algún acto desordenado.

§ 29.5

Esto es, ni por primeros movimientos toquéis a la parte superior; porque los primeros movimientos del alma son las entradas y umbrales para entrar en el alma, y cuando pasan de primeros movimientos en la razón, ya van pasando los umbrales, pero cuando sólo son primeros movimientos, sólo se dice tocar a los umbrales o llamar a la puerta, lo cual se hace cuando hay acometimientos a la razón de parte de la sensualidad para algún acto desordenado.

§ 29.5

Esto es, ni por primeros movimientos toquéis a la parte superior; porque los primeros movimientos del alma son las entradas y umbrales para entrar en el alma, y cuando pasan de primeros movimientos en la razón, ya van pasando los umbrales, pero cuando sólo son primeros movimientos, sólo se dice tocar a los umbrales o llamar a la puerta, lo cual se hace cuando hay acometimientos a la razón de parte de la sensualidad para algún acto desordenado.

    

Juan de la Cruz (1542-1591)    Cantico espiritual B

§ 17.8

Esto es, ni por primeros movimientos toquéis a la parte superior; porque los primeros movimientos del alma son las entradas y umbrales para entrar en el alma, y cuando pasan de primeros movimientos (en la razón, ya van pasando los umbrales; mas cuando son primeros movimientos), sólo se dice tocar a los umbrales o llamar a la puerta, lo cual se hace cuando hay acometimientos a la razón de parte de la sensualidad para algún acto desordenado.

§ 17.8

Esto es, ni por primeros movimientos toquéis a la parte superior; porque los primeros movimientos del alma son las entradas y umbrales para entrar en el alma, y cuando pasan de primeros movimientos (en la razón, ya van pasando los umbrales; mas cuando son primeros movimientos), sólo se dice tocar a los umbrales o llamar a la puerta, lo cual se hace cuando hay acometimientos a la razón de parte de la sensualidad para algún acto desordenado.

§ 17.8

Esto es, ni por primeros movimientos toquéis a la parte superior; porque los primeros movimientos del alma son las entradas y umbrales para entrar en el alma, y cuando pasan de primeros movimientos (en la razón, ya van pasando los umbrales; mas cuando son primeros movimientos), sólo se dice tocar a los umbrales o llamar a la puerta, lo cual se hace cuando hay acometimientos a la razón de parte de la sensualidad para algún acto desordenado.

§ 17.8

Esto es, ni por primeros movimientos toquéis a la parte superior; porque los primeros movimientos del alma son las entradas y umbrales para entrar en el alma, y cuando pasan de primeros movimientos (en la razón, ya van pasando los umbrales; mas cuando son primeros movimientos), sólo se dice tocar a los umbrales o llamar a la puerta, lo cual se hace cuando hay acometimientos a la razón de parte de la sensualidad para algún acto desordenado.

§ 21.5

Porque tu madre la naturaleza humana fue violada en tus primeros padres debajo del árbol, y tú allí también debajo del árbol de la Cruz fuiste reparada; de manera que si tu madre debajo del árbol te dio la muerte, yo debajo del árbol de la Cruz te di la vida.

§ 23.5

En los dos versillos primeros habemos declarado que las almas, a zaga de la huella, discurren al camino con ejercicios y obras exteriores; y ahora en estos tres versillos da a entender el alma el ejercicio que interiormente estas almas hacen con la voluntad, movidas por otras dos mercedes y visitas interiores que el Amado les hace; a las cuales llama aquí toque de centella y adobado vino; y al ejercicio interior de la voluntad que resulta y se causa de estas dos visitas, llama emisiones de bálsamo divino.

§ 25.7

Porque, así como la desposada no pone en otro su amor ni su cuidado ni su obra fuera de su Esposo, así el alma en este estado no tiene ya ni afectos de voluntad, ni inteligencias de entendimiento, ni cuidado ni obra alguna que todo no sea inclinado a Dios, junto con sus apetitos, porque está como divina, endiosada; de manera que aun hasta los primeros movimientos no tiene contra lo que es la voluntad de Dios, en todo lo que ella puede entender.

§ 25.7

Porque, así como un alma imperfecta tiene muy ordinariamente a lo menos primeros movimientos inclinados a mal, según el entendimiento y según la voluntad y memoria, y apetitos e imperfecciones también, así el alma de este estado según el entendimiento y voluntad y memoria, y apetitos, en los primeros movimientos de ordinario se mueve e inclina a Dios por la grande ayuda y firmeza que tiene ya en Dios y perfecta conversión al bien.

§ 25.7

Porque, así como un alma imperfecta tiene muy ordinariamente a lo menos primeros movimientos inclinados a mal, según el entendimiento y según la voluntad y memoria, y apetitos e imperfecciones también, así el alma de este estado según el entendimiento y voluntad y memoria, y apetitos, en los primeros movimientos de ordinario se mueve e inclina a Dios por la grande ayuda y firmeza que tiene ya en Dios y perfecta conversión al bien.

§ 26.5

Y todo este caudal de tal manera está ya empleado y enderezado a Dios que (aun sin advertencia del alma) todas las partes que habemos dicho de este caudal, en los primeros movimientos se inclinan a obrar en Dios y por Dios; porque el entendimiento, la voluntad y memoria se van luego a Dios, y los afectos, los sentidos, los deseos y apetitos, la esperanza, el gozo y luego todo el caudal de prima instancia se inclina a Dios, aunque, como digo, no advierta el alma que obra por Dios.

§ 27.5

Y así, lo que quiere decir en esa canción, hablando con los del mundo, es que si ya no la vieren en las cosas de sus primeros tratos y otros pasatiempos que solía tener en el mundo, que digan y crean que se ha perdido y ajenado de ellos, y que lo tiene por tan bien que ella misma se quiso perder, andando buscando a su Amado enamorada mucho de él.

§ 31.1

Pero aunque Dios se olvide de la maldad y pecado después de perdonado una vez, no por eso le conviene al alma echar en olvido sus pecados primeros, diciendo el Sabio (Ecli. 5, 5): Del pecado perdonado no quieras estar sin miedo.

    

Juan de la Cruz (1542-1591)    Cantico espiritual CA

    

Juan de la Cruz (1542-1591)    Cautelas

    

Juan de la Cruz (1542-1591)    Dichos de luz y amor

    

Juan de la Cruz (1542-1591)    Epistolario

§ 28

Tenga cuidado del alma, y no ande confesando escrúpulos, ni primeros movimientos, ni advertencias de cosas cuando el alma no quiere detenerse en ellas; y mire por la salud corporal, y no falte a la oración cuando se pudiere tener.

    

Juan de la Cruz (1542-1591)    Grados de Perfecciòn

    

Juan de la Cruz (1542-1591)    La Subida del Monte Carmelo

§ 1.11.2

Hablo de los voluntarios, porque los apetitos naturales poco o nada impiden para la unión al alma) cuando no son consentidos; ni pasan de primeros movimientos todos aquellos en que la voluntad racional antes ni después tuvo parte; porque quitar éstos, que es mortificarlos del todo, en esta vida es imposible, y éstos no impiden de manera que no se pueda llegar a la divina unión, aunque del todo no estén, como digo, mortificados; porque bien los puede tener el natural, y estar el alma, según el espíritu racional, muy libre de ellos, porque (aún) acaecerá a veces, que esté el alma en harta unión de oración de quietud en la voluntad, y que actualmente moren éstos en la parte sensitiva del hombre, no teniendo en ellos parte la parte superior que está en oración.

§ 1.12.6

De los demás apetitos naturales que no son voluntarios, y de los pensamientos que no pasan de primeros movimientos, y de otras tentaciones no consentidas no trato aquí, porque éstos ningún mal de los dichos causan al alma.

§ 2.11.6

Aunque éstas no son de tanta eficacia en el alma como las de Dios en el bien; porque las del demonio sólo pueden poner primeros movimientos en la voluntad y no moverla a más si ella no quiere, y alguna inquietud que no dura mucho, si el poco ánimo y recato del alma no da causa que dure.

§ 2.11.9

Porque Nuestro Señor de tal manera va probando al alma y levantándola, que primero la da cosas muy exteriores y bajas según el sentido, conforme a su poca capacidad, para que, habiéndose ella como debe, tomando aquellos primeros bocados con sobriedad para fuerza y sustancia, la lleve a más y mejor manjar.

§ 2.22.4

Y éste es el sentido de aquella autoridad con que comienza san Pablo (Heb. 1, 1­2) a querer inducir a los hebreos a que se aparten de aquellos modos primeros y tratos con Dios de la Ley de Moisés, y pongan los ojos en Cristo solamente, diciendo: Multifariam multisque modis olim Deus loquens patribus in prophetis: novissime autem diebus istis locutus est nobis in Filio.

§ 3.2.9

Y así, todos los primeros movimientos de las potencias de las tales almas son divinos; y no hay que maravillar que los movimientos y operaciones de estas potencias sean divinos, pues están transformadas en ser divino.

§ 3.26.5

De parte del oído purgado en el gozo de oír, se le sigue al alma ciento tanto de gozo muy espiritual y enderezado a Dios en todo cuanto oye, ahora sea divino, ahora profano lo que oye; y así en los demás sentidos ya purgados; porque, así como en el estado de la inocencia a nuestros primeros padres todo cuanto veían y hablaban y comían en el paraíso les servía para mayor sabor de contemplación, por tener ellos bien sujeta y ordenada la parte sensitiva a la razón, así el que tiene el sentido purgado y sujeto al espíritu de todas las cosas sensibles, desde el primer movimiento saca deleite de sabrosa advertencia y contemplación de Dios.

    

Juan de la Cruz (1542-1591)    Llama de Amor Viva A

§ 3.1.10

Porque todos los bienes primeros y postreros, menores y mayores, que Dios hace al alma, siempre se los hace con este motivo suyo y de ella, de llevarla a vida eterna; bien así como el fuego, que todos los movimientos y meneos que hace en el aire que en sí tiene inflamado, son a fin de llevarle al centro de su esfera, y todos aquellos vibramientos es porfiar por llevarlo, mas porque el aire está en su esfera no se hace.

§ 3.1.30

Y luego no hay que hacer sino pasar de meditación a contemplación, lo cual es ya cuando cesan los actos discursivos y meditación de la propia alma y los jugos y hervores primeros sensitivos, no pudiendo ya discurrir como antes, ni hallar nada de arrimo por el sentido, este sentido quedando en sequedad, por cuanto le mudan el caudal al espíritu, que no cae en sentido.

    

Juan de la Cruz (1542-1591)    Llama de Amor Viva B

§ 0

Y así, hay muchos que desean pasar adelante y con gran continuación piden a Dios los traiga y pase a este estado de perfección, y, cuando Dios los quiere comenzar a llevar por los primeros trabajos y mortificaciones, según es necesario, no quieren pasar por ellas, y hurtan el cuerpo, huyendo el camino angosto de la vida (Mt. 7, 14), buscando el ancho de su consuelo, que es el de la perdición (ib. 7, 13), y así no dan lugar a Dios para recibir lo que le piden cuando se lo comienza a dar.

§ 0

Porque todos los bienes primeros y postreros, mayores y menores que Dios hace al alma, siempre se los hace con motivo de llevarla a vida eterna; bien así como la llama todos los movimientos y llamaradas que hace con el aire inflamado son a fin de llevarle consigo al centro de su esfera, y todos aquellos movimientos que hace es porfiar por llevarlo más a sí.

§ 0

Lo cual es cuando ya cesan los actos discursivos y meditación de la propia alma y los jugos y fervores primeros sensitivos, no pudiendo ya discurrir como antes, ni hallar nada de arrimo por el sentido, este sentido quedando en sequedad, por cuanto le mudan el caudal al espíritu, que no cae en sentido.

    

Juan de la Cruz (1542-1591)    Noche Oscura

§ 0

Pónense los cinco primeros.

§ 1.2.6

De estas imperfecciones algunos llegan a tener muchas muy intensamente, y a mucho mal en ellas; pero algunos tienen menos, algunos más, y algunos solos primeros movimientos o poco más; y apenas hay algunos de estos principiantes que al tiempo de estos fervores no caigan en algo de esto.

§ 1.9.7

La cual, como espiritual y delicada, hace obra quieta, delicada, solitaria, satisfactoria y pacífica, muy ajena de todos esotros gustos primeros, que eran muy palpables y sensibles; porque es la paz ésta que dice David (Sal. 84, 9) que habla Dios en el alma para hacerla espiritual.

§ 1.12.2

Y esta poca satisfacción de sí y desconsuelo que tiene de que no sirve a Dios, tiene y estima Dios en más que todas las obras y gustos primeros que tenía el alma y hacía, por más que ellos fuesen, por cuanto en ellos se ocasionaba para muchas imperfecciones e ignorancias; y de este traje de sequedad, no sólo lo que habemos dicho, sino también los provechos que ahora diremos y muchos más, que se quedarán por decir, nacen, que como de su fuente y origen, del conocimiento propio proceden.

§ 1.12.4

Porque, demás de que, apagados los apetitos y gustos y arrimos sensibles, queda limpio y libre el entendimiento para entender la verdad (porque el gusto sensible y apetito, aunque sea de cosas espirituales, ofusca y embaraza el espíritu), y, demás también que aquel aprieto y sequedad del sentido ilustra y aviva el entendimiento, como dice Isaías (28, 19), que (con) la vejación hace entender Dios cómo en el alma vacía y desembarazada, que es lo que se requiere para su divina influencia, sobrenaturalmente por medio de esta noche oscura y seca de contemplación la va, como habemos dicho, instruyendo en su divina sabiduría, lo cual por los jugos y gustos primeros no hacía.

§ 2.19

Pónense los cinco primeros.

    

Juan de la Cruz (1542-1591)    Otras del mismo a lo divino

    

Juan de la Cruz (1542-1591)    Que va por super flumina



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primero
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